Consejos:

  • Vacié la nevera. Para evitar la multiplicación de bichos y bacterias perjudiciales, ordena y limpia a menudo la nevera, eliminando todas las fuentes de alimentos frescos que puedan dañarse en corto tiempo. Lo mejor es que cada siete días planifiques tus comidas para tener una noción de lo que necesitarás en esa semana, y así no alojar alimentos que puedan descomponerse después de cierto tiempo.
  • Cubos de basura. Asegúrate de dejarlos perfectamente limpios, con una bolsa en perfectas condiciones cada vez que se deseche la que estaba en uso, procurando eliminar cualquier residuo de comida que pueda descomponerse y atraer insectos. Además, si optas por lavarlo, sécalo muy bien. De esta forma, te mantendrás alejado de bichos, humedad y malos olores.
  • Combatí las cucarachas y hormigas. Dentro de las despensas de la cocina y en las zonas oscuras y húmedas, como el baño, coloca algunas hojas de laurel. Alejan a las cucarachas y a los insectos.
  • Todo bien cerrado. Procura no dejar los paquetes de comida abiertos; lo ideal es mantenerlos en botes sellados.
  • Cubrí los muebles y las camas. Siempre que la situación lo permita, cubrí las camas y los muebles con sábanas viejas. Cuando regreses a casa (en un dado caso que estés fuera por largo tiempo) sólo tendrás que sacudirlas del polvo y meterlas en la lavadora.
  • Ropa libre de malos olores. Procura no dejar prendas sucias en el cesto o en la lavadora. Además del mal olor, los microbios se multiplicarán. Solución: lávalas, dóblalas y guárdalas.

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